No me río de todo

Algunos trabajos son motivo de orgullo personal.
Hace poco mi sobrina me pedía la letra del último tema de la República que los parió. Y yo se la envié por mail pero me di cuenta que jamás puse el último monólogo que es demasiado largo pero tiene Carta a los reyes, como tema final.
Me queda pendiente otro trabajo. Uno que hicimos con el negro Vallejos, que quedó en formato VHS y hay que recuperarlo para pasarlo a digital.
Aquí están los últimos minutos. En aquel espectáculo, asistido por el maestro y profesor Cattenazzi, dije un poco lo que pensaba de ciertos tramos de la historia nacional.
Vamos
 

Modernos

Entraron al bar anunciando con gestos elocuentes su amor infinito a los cuatro vientos. Sabían, sin consultarse, cuál era la mesa elegida.
Y las bromas retrataban su adolescencia y la poesía tácita, íntima, que había comenzado horas antes entre sábanas.
Se tomaron de la mano mirándose a los ojos.
Un golpe de electricidad embistió contra sus cuerpos desprevenidos. La fiebre del amor altera con espasmos arterias, sentidos.
Se sonrojaron y bajaron la vista al mismo tiempo. Alguien creería que somos marionetas de un Dios divertido.
Volvieron a dibujar sonrisas cabizbajos, en espejo. Sin dejar de sonreír volvieron a encender en el otro sus pupilas.
Ambos, en el mismo instante, habían recibido el mismo mensaje de texto.

Una cartita para Aerolíneas Argentinas


Estimados:
Soy un hincha de las empresas nacionales, por el simple hecho de que le dan trabajo a mis compatriotas.
Y como hincha quiero que le vaya bien, que sea de primera, que compita con las mejores y sea la elegida con gusto y a conciencia, que disfrute de la miel de éxito.
Y también como hincha, cuando juega mal, la silbo, la abucheo, le pido a gritos que mejore porque pago mi  entrada para verla en el mejor nivel.

Hoy muchachos, jugaron horrible. La bronca que generaron en aeroparque con todos los pasajeros fue peor que el trágico 5 a 0 de Colombia en cancha de River. Un verdadero mamarracho lo que hicieron, entre ellos, con quien escribe.
Tenía que viajar a Bahía Blanca en el vuelo de las 7.20. Lo cancelaron primero para el de las 11.10 y luego lo suspendieron y postergaron hasta la cancelación definitiva. Luego me dijeron que me iban a pasar a un vuelo de LAN y como no había lugares en ninguno de los posteriores me sugirieron que viajara mañana.

Viajo a Bahía por trabajo para generar más trabajo en la zona. Tres días. Me mocharon uno. Nos quitaron un 33% de efectividad o sea, atentaron contra el empleo de otros.

Con esta manera de jugar con el pasajero generan varios problemas de difícil solución:
·         La empresa en la que trabajo evita la opción Aerolíneas en nuestros viajes  por estos antecedentes. Yo los elijo y luego le tengo que dar la razón a la Compañía. Los otros no fallan, ustedes si.

·         En el pasillo un pasajero decía: “Esto me pasa por elegir Aerolíneas Argentinas”. Menos gente los elige por el servicio, mas van a tener que bajar los precios para competir, menos van a ganar, más pérdida van a generar.

·         Le hacen el caldo gordo a quienes piensan que porque están subvencionadas por el Gobierno tienen una superpoblación de inútiles que hay que reducir.

·         Generan y propician un profundo malestar, incluso entre quienes quieren que nos vaya bien, como yo.

Producto del manoseo y mi enojo cancelé mi viaje, pero no me devuelven el dinero, lo tengo abierto durante un año para volver a utilizarlo. Estoy preso  de ustedes como usuario durante un año.
Veo la propaganda: “Alta en el Cielo”. Y es allí donde los queremos ver.
Muchachos: jugando así no salimos del sótano. Y lo peor de todo, lo tenemos bien merecido.
Vamos a ver qué imagen me brindan en próximos partidos.

Atentamente,

Roberto Molinari