Vengo

Vengo de hacer un largo y maravilloso camino.
Vengo de escribir en la adolescencia, en el colegio, algunas cosas ligadas al humor, algunas poesías, unas pocas tragedias.
Y esa mezcla exótica, esa ensalada, terminó delineando un estilo un poco ácido, crítico, irónico del que ahora están impregnadas todas mis expresiones.
Vengo de hacer reír a mis compañeros de servicio militar con mis puntos de vista sobre lo que para mí significaba estar viviendo con ellos eso en ese momento.
Y por ese camino terminé subiendo a un escenario para expresar lo que sentía y lo que creía, lejos de todo eso que hoy llaman stand up.
Y mientras subía y bajaba de algunos escenarios tan ricos como dispares, donde conocí a tanta gente, apareció por casualidad la oportunidad de escribir cuentos de humor en el diario Página 12 y firmar como Roberto Molinari, mientras en los espectáculos aparecía como Molo, un sobrenombre que se desprende de mi apellido y que grabaron a fuego entre mis señas particulares mis mejores amigos.
No tengo una gran biblioteca, pero puedo decir con orgullo que he leído obras magníficas, que me han hecho reflexionar, entender y emocionarme.
Hay una mezcla en los relatos entre las cosas que veo que suceden y las que simplemente imagino.
El colegio no me ha dejado mucho, pero a los veinticinco tuve el privilegio de contar con un gran maestro: Humberto Costantini, un hombre generoso que con sus ejercicios literarios nos inspiró a producir buenos cuentos.
Este blog es una herramienta para transmitir algunas producciones.
Vengo.
Vengo de una familia humilde que me ha enseñado a cultivar el gusto de cruzarme en la vida con personas mejores que yo.