Partido en dos el para
siempre en la partida,
partido en dos se queda.
Y no hay fuego que funda y
suelde,
que repare esta distancia
entre dos puntos,
este hiato, este
intervalo,
que no es hueso ni es madera,
ni hierro ni silencio.
Quién hamaca en su cuna a
los adioses que no duermen?
los llantos y los miedos
son malos convidados.
Nadie capaz de reparar
ausencias,
esa hendidura espesa, esa
noche
donde fallecen abrazos,
bienvenidas,
donde todo es infierno o
es espera.