Justicia sería que pagaran
por los quinientos ochenta días de prisión,
por la muerte de Marielle, de los líderes de los pueblos originarios y de los campesinos sin tierra,
por su sudor racista, xenófobo y sus preconceptos discriminatorios,
por cada familia en la calle, por cada represión y cada bala disparada,
por cada joven sin futuro.
Justicia sería que indemnizaran
por cada acto irresponsable,
por cada insulto a nuestra inteligencia,
por cada mentira y cada calumnia divulgada,
por la inmensa vergüenza que nos inspiran en cada acto,
por cada noche de insomnio y cada hora de trabajo extra,
por cada desprecio.
Justicia sería que pagaran
por cada gota de odio esparcida,
por su maldita existencia,
por su intolerancia, su idiotez y su ignorancia,
por cada analfabeto,
por cada niño muerto de inanición,
por cada estómago vacío,
por cada anciano sin su medicina,
por cada abrazo trunco,
por cada tristeza y cada indignación,
por cada rabia contenida,
Justicia sería que probaran
de su propio odio y su propio veneno.