Yo en política no me meto

 


Hay gente que realiza saltos ornamentales cuando recibe la liquidación de expensas del edificio en el que vive. Resulta que eligieron un administrador y confían en que todo lo que se realice en el edificio en el que vive pase por sus manos. No va a las reuniones de consorcio, no opina ni participa pero cuando llega la liquidación piensa en el administrador y en una armería. 

En política es igual. Mucha gente cree que con ir a votar cumplió con su deber cívico y a otra cosa mariposa, y que, a lo sumo, si la cosa se pone espesa, agarra la cacerola más chota que tiene y asomada en el balcón la bate con energía y fervor patriótico. Punto. No mucho más. En política no se mete y nada sabe. 

En el juego democrático del administrador en el que confió su voto perdió derechos y sumó obligaciones y ninguna de las pérdidas fue importante hasta que el ajuste lo incluyó en la lista. Mientras tanto, sentados en el living frente al televisor miraban las marchas y protestas opinando: “Esos no tienen nada que hacer. Después se quejan cuando le dan palos”. Pero si estuviste en la puerta de los bancos con el corralito y no para que cuando abrieran pedirles cambio. 

Los militantes todos, no solo los de tu barrio, los del país, los de Europa, los de Asia y África, salen a la calle y dicen NO, CARAJO por vos que los mirás por la tele tomándote unos mates. Esos tipos también laburan como vos todos los días y sin embargo allí están diciendo NO al cierre de las escuelas, NO a las privatizaciones, NO al Fondo Monetario, NO a la reforma previsional, NO al ajuste a los jubilados mientras vos desparramado en el living de tu casa despotricás por el país de mierda en el que vivimos. En Francia, por ejemplo, cada tanto, cuando se aplica una medida antipopular hacen calentar París con unas bonitas fogatas. 

Un poquito de respeto, che. Un poco de respeto por los que un domingo al mediodía van a arreglar y a pintar una plaza que abandonó el Estado, los que llevan alimentos a lugares golpeados por la crisis, a los que se meten en el agua en las inundaciones para ayudar a los damnificados, mientras vos seguís los acontecimientos desde la tele. 

Cuando vos no te metés en política, la política se mete con vos. 

¿Querés hacer algo que pueda aportar más que una puteada cuando esperás el colectivo? Acercate un poquito a escuchar a esos locos. En una de esas oís algo que te suena, que tiene cierta coherencia, que te aclara las ideas amontonadas en el mate. Y entonces sí estarás ocupando un lugar activo en la sociedad, intentando, con suerte dispar, que este mundo sea un poquito mejor para todos.