Publicado el 9 de julio de 2016, cuando este delincuente dijo
querido rey, la angustia y no se cuántas payasadas más. Yo también me dirigí a
ese cuatro de copas. Lo rescató mi amiga Mónica Rafael por un recuerdo de FB.
Che Juanca:
A mí no me da por decirte querido rey, ni Su Majestad, ni todas esas
expresiones serviles de gente arrastrada. Para mí sos tan simple y mortal como
cualquiera de los elefantes que te gusta cazar con tu rifle y que por supuesto,
me merecen el respeto que vos ni por asomo.
Nunca te pusieron en el aprieto preguntándote si realmente se te escapó, de
bruto nomás, aquel tiro que mató a tu hermano, noticia que propagaron como
accidente, o fue un arreglo familiar para quedarse en el trono. ¿Cómo se
llamaba? Ah, si, Alfonsito, cierto. Bueno quedará con vos el secreto. No puedo
imaginar que lo hayas confundido con un elefante.
Nunca creí que quienes te precedieron en el trono hayan sido elegidos por Dios,
como les hacían creer a gente primitiva, manipulada por curas sin moral, los de
la Santa Inquisición, no sé si te suena. Pertenezco a un sector de la población
que piensa y yo sé que eso no te gusta ni le hace bien a tu salud.
Te quiero aclarar algo. Ése tipo de traje azul que viste hoy diciendo el
discurso, ése que decía que nuestros congresales estarían angustiados de
separarse de España, es solamente el presidente electo, no la voz que me
representa a mí y a unos cuantos millones. De hecho, no lo voté, pero debo
aceptar la elección de un grupo de desmemoriados y otro de gorilas. Que le
vamos a hacer. Soy como los elefantes, no me olvido fácilmente.
Te decía. Ése de de traje no era un animador ni un standapero. Es el que nos
gobierna. Si, caete de culo. Ese. El tipo se siente como un virrey y nadie lo
contradice, pero estoy seguro que Cisneros debió haber hecho mayor obra pública
que éste.
Te decía y es bueno aclararte. Acá tuvimos patriotas de verdad. Hubo uno que en
España los ayudó contra Napoleón, fíjate vos. San Martín se llamaba. Y ése no
se angustiaba como vos cuando los lacayos se demoran en alcanzarte el diario de
la mañana. El tipo cruzó los Andes para ir a sacarlos a patadas en el culo. Y
fíjate vos que mandó congresales a Tucumán para que apuraran con la declaración
de la Independencia. Ninguna angustia, ningún stress, nada de fatiga, ningún
trauma. Belgrano era otro. Un visionario, un adelantado a su tiempo.
Vos hubieras sido un peligro peleando contra los moros o contra los franceses.
Si en tu casa se te escapó un tiro, no me quiero imaginar en combate.