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Una pareja se separa y comienza una guerra de publicaciones vía redes.
Cuentan viajes falsos, traiciones, peleas, infidelidades. Hay mucha gente alrededor que siguen las preguntas, las respuestas, los reproches, insultos, bajezas.
Recuerdo a los artistas que sin reparos publican lo que piensan y sienten por otras personas a través del Twitter. Y la prensa sale a la caza de esas noticias que confirman el grado de insanidad mental de quien divulga y quien recepciona.
La gente común, la que no sale en la tele y en las revistas, tiene la posibilidad de farandulizar su vida privada para que otros, como a los artistas, los vean, los espíen, los sigan. En  algún lugar íntimo sienten el acoso de los papparazzis.
Hay quienes divulgan muertes de seres queridos o tragedias familiares
Y el dolor íntimo, el llanto privado pasa a ser como una foto de perfil en el lugar de todos. Y todos dejan comentarios, preguntan por el estado de los que quedaron de este lado del cerco.
No son las necrológicas. Además, si la frase que encierra el dolor y el amor es brillante, exquisita, inteligente, precisa, conmovedora, ¿está bien clickear Me Gusta?
La gente se expone y desnuda en Internet con menos pudor que en el vestuario del club. Y esto es razonable porque hombre y mujeres tenemos características físicas similares y no hay porqué ruborizarse por una diferencia de tamaño o vellosidad, pero el interior de cada uno es tan particular, único, exclusivo, tan nuestro como el ADN.
Con un Me Gusta alcanza.
No son necesarios los párrafos, cuatro líneas, consolidar el concepto, la idea rectora. Clickeo una sola vez y resumo. La vida, al fin y al cabo es eso: el Compendio de Lerú.
Yo digo que pienso pero copio
Y no cierro la frase ni asumo la procedencia, posteo, la tomo prestada de otros, repito lo que escuché, lo que leí, no recuerdo bien de dónde y le hago frente a comentarios de personas amigas de amigos que jamás vi en mi vida y con la que no se si vale la pena discutir.
El cartero se murió.
Y ya no es necesario escribirle de puño y letra a nadie, todo está a nuestro alcance, moviendo febrilmente los deditos, utilizando el buscador, evitándose la caminata hasta al correo y el riesgo imperdonable de que se extravíe. Utilizamos los servidores que nos sirven y no son humanos, no leen el tipo de letra, pero si saben quién es el remitente.
Y ya empieza a morirse también rápidamente el correo electrónico, que exige al menos la dedicación de la concentración, de buscar en la libreta de direcciones el destinatario. Una frase resume. Te extraño. ¿Cuándo nos vemos? ¿Qué es de tu vida?
El tiempo de la Serenata terminó.
Entonces te mando una canción con un video, digo “Esto es lo que yo quería decirte”, aunque el texto pertenezca a Lennon-Mc Cartney, Sabina, Spinetta o Charly. No es un pasacalle que lee el barrio con una declaración de amor inequívoca. Lo ven miles de desconocidos, y esos son los que avalan con un click nuestra moderna, juvenil y cibernética existencia.

Mas que el bronce

A muchos grandes en la historia los combaten, los persiguen, los exilian y después de muertos son repatriados, enterrados con grandes homenajes, y se erigen para ellos enormes monumentos. Ponen sus frases en el bronce y se olvidan de sus ideas para siempre.

Jefe de los orientales, Protector de los pueblos libres, peleó contra potencias extranjeras y contra unitarios instalados en Buenos Aires y Montevideo, siempre al frente de un batallón de seguidores andrajosos, principalmente indios, con los que se llevaba bien desde niño, ya que con ellos se crió, y entendíó con claridad su cultura. Por eso, en su lengua, estos recuperados de establecimientos jesuítas, admirables jinetes y temibles guerreros, lo llamaban Karay Guazú (Gran Señor) o Oberavá Karay (Señor que resplandece).
En la adolescencia leyó El contrato social, y su buena relación con indios, gauchos y negros lo inspiraron a escribir El Reglamento de Tierras en 1815, una reforma agraria en aquel tiempo basada en el concepto la tierra para el que la trabaja.
Tuvo una vida de leyenda y una muerte en el exilio.
Artigas jamás consideró a la Banda Oriental como país independiente ni nunca lo llamó Uruguay. Fueron los ingleses los que propiciaron con sus buenos oficios la división de aguas y del virreinato para poder comerciar sus productos en aguas internacionales.
Antes que comenzara el 1800 encontró en la frontera con Brasil a un afro-montevideano, capturado por los portugueses y esclavizado. Lo compró para darle la libertad. Desde entonces, el Negro Ansina lo acompañaría por el resto de su vida como amigo, camarada de armas y cronista.
Para la Asamblea de 1813 envió sus diputados con las instrucciones bien claras. Artigas reclamaba:
  • Independencia de las provincias del poder español.
  • Igualdad de las provincias a través de un pacto recíproco.
  • Libertad civil y religiosa. (Este estaba loco)
  • Organización de los poderes como un gobierno republicano.
  • Federalismo, con un gobierno supremo que interviniera solamente en los negocios generales del Estado.
  • Soberanía de la Provincia Oriental sobre los siete pueblos de las Misiones Orientales.
  • Ubicación del gobierno federal fuera de Buenos Aires.
Fue traicionado por el mismo poder que se valió de su natural liderazgo militar en la guerra de la Independencia. Igual que Mariano Moreno, sus ideas irritaban a los próceres de la Patria.
En 1816 fue invadido por tropas brasileras apoyadas por los unitarios de Buenos Aires. Había que acabar con ese demonio, y uno de sus oficiales, otro traidor, un tal Fructuoso Rivera, luego de ser derrotado, se pasó a las filas de los invasores. Judas inspiró a muchos.
Su monumento es imponente. No tanto como su leyenda.
La historia que me enseñaron en la escuela, la historia oficial, suprime, altera, tergiversa, troca el valor de los episodios.

José Gervasio Artigas fue un grande en Latinoamérica. 

Los indignados


Golpean el puño contra las mesas indignados.
Su indignación llega a la gente común, son escuchados, tienen buenos voceros, comunicadores, gente que difunde su pensamiento crítico, noble, visionario.
Se definen como demócratas, amantes de las leyes y las libertades individuales. Despotrican contra el gobierno que cercena sus derechos, no les permite invertir, ni negociar en dólares libremente sin que aclaren antes el origen de la moneda extranjera.
Patrocinan periodistas de buena pluma y pensamiento afín, utilizan frecuentemente las palabras ética, moral, principios, eficiencia, prosperidad, futuro, desarrollo, marco, coyuntura, mercado, reglas, beneficios.
Son patriotas sin bandera ideológica.
Hablan de las necesidades de la gente, del deterioro económico, de la pobreza, de la deplorable situación de la salud pública, de las escuelas donde estudian nuestros niños, de la inseguridad, de la falta de valores, de respeto, de la corrupción arraigada en las altas esferas, en los miserables que gobiernan, en los ineptos, en los ineficientes, en la falta de diálogo, en escuchar a la gente.
Vienen de buenas familias.
Acostumbran a permanecer en el anonimato pero apoyan causas farandulescas que los representen, gente bien, con voluntad en dar trabajo, en abrir fuentes y mercados, en llevarnos de la mano al mundo desarrollado y sacarnos de esta marginalidad.
Según el informe oficial de Suiza, en sus bancos hay cuarenta y cinco mil millones de dólares no declarados al fisco que provienen de argentinos.

Están indignados. La corrupción no tiene límites y viene desde arriba hasta el último. Y tienen razón.

Gracias


Cuando abrí el blog y leí que el contador había pasado las 20000 visitas me quedé pensando.
Siempre dije que cantidad en la aceptación de cualquier expresión, de cualquier producto, no significa calidad,. Muchos ejemplos tenemos al respecto. Muchos programas que son basura cuentan con millones de encendidos. Y miles de artistas exquisitos, brillantes, inigualables no gozan con la aceptación popular,  el favoritismo de las masas.
Pertenezco a una generación que creció, como dice Charly García con Videla. Amordazadas sus posibilidades de expresión porque las bocas que hablaban en aquellos tiempos eran las de los fusiles. Esos tipos dieron vuelta todo de manera drástica. En el colegio teníamos como materia, en reemplazo de Instrucción Cívica (claro de qué civismo podíamos hablar si gobernaban militares) ERSA, Estudio de la Realidad Social Argentina.
Claro, al servicio de las botas había intelectuales, profesores, semiólogos, curas, rabinos, que sugerían cómo debía manejarse la educación, la comunicación, la cultura, al servicio de la Patria que ellos representaban.
Un amigo me dijo: “Somos los jóvenes de ayer”, otra referencia a García.
Vivimos la democracia y luego la llegada del menemismo. Y él lo lee de esta manera: Nosotros que crecimos en dictadura, donde ser joven no era lindo como ahora, donde te llevaban preso por la cara, y luego más grandes quisimos armar algo para ganarnos el pan o una pareja, y los 90 terminaron siendo la pesadilla nacional donde hubo record de quiebras y divorcios...Quien recuerde de donde vinimos no puede menos que apoyar el RUMBO aunque no el Gobierno, porque toda otra cosa viene a contrapelo y nos devuelve al pasado denigrante de crecer con vergüenza de tu pais, de tus representantes. Quien no vea eso es un pelotudo o un H.d.P.
Sin embargo.....Aunque esto sea dificil para nosotros, no debemos olvidar que en esa misma epoca, se mantuvieron o crecieron propuestas televisivas como Mirta, Susana, Tinelli, Mauro etc. y hubo un par de generaciones que se regocijaron con su superchería y banalidad, que les enseñaron a opinar sobre la gente por pelotudeces [GranHermano] que los iba preparando para no ver lo esencial sino lo banal. No es posible que esos engendros culturales sobrevivan sin el vampirismo intelectual de su fiel teleaudicencia, ese es el caldo de cultivo donde crecen las mentiras, el odio, y la estupidez
Una especie de bombardeo ininterrumpido como el de Irak pero sin armas. Un taladrar constante desde los medios masivos para cortarnos a todos con la misma tijera. En algunos casos lo lograron.
El corso a contramano que desfila en mi cabeza tiene también parte de esas murgas, siempre al revés de las necesidades de la gente y en el camino de sus beneficios personales. Entonces aparecen en este blog, cuyo diseño debería cambiar a partir de hoy, textos cómicos, reflexiones, historias absurdas.
Gracias a los que vienen y leen. Gracias a los que comentan. Gracias a todos.
Molo