El pájaro

Soportaba con gallarda dignidad el encierro,
los movimientos mecánicos,
las obligaciones puntuales.
Lucía con justificado orgullo su brillante plumaje,
su pose erguida, sus alas inútiles.
Vivía pendiente del tiempo,
no le importaba el desdén de la gente,
apenas se asomaba al Mundo haciendo escándalo,
con sus ojos fijos en la libertad perdida,
repitiendo hasta el hartazgo su trinar monocorde,
ese que no llama a hembra alguna,
ni pide socorro ni anuncia demoras.
Resistía la ignorancia y el mal gusto
de confinarlo a esa celda lejos del bosque.
Aceptaba cualquier observación humana,
hasta el desprecio,
pero si pudiera liberarse mataría,
le quitaría con el pico los ojos, las entrañas
a todo aquel que lo llama Cu-

Fantasmas

Los siento sobrevolar la casa,
revolver papeles,
susurrar incoherencias, simular certezas.
Los escucho regresar a veces,
pesados de fantasías mal curadas,
de noches mal dormidas,
de silencios y perfidias anacrónicas.
Suelen ser ariscos y arrogantes,
pretenciosos, sabiondos, imperfectos.
Toman mis plumas,
imitan mi caligrafía,
disimulan con astucia mis defectos
y vuelven a esconderse.
Salen a la luz con datos imprecisos,
disfrazan las palabras,
se distraen en imágenes y en rimas,
como si la vida fuese solo eso,
como si la realidad llegara de otro sitio,
de algún barrio que frecuentan sin descaro,
de algún suburbio olvidado por los mapas.
Suelen reír a mis espaldas,
cuando un súbito malhumor se planta sin permiso,
cuando la ventana de mi casa es como un cuadro,
pintado con desgano, a la ligera.
Y yo no veo la hora en que aparezca
alguna buena idea o una pregunta.

Títulos


No tengo títulos de ninguna universidad. No hay diplomas colgados en las paredes de mi casa.
Tengo sí una pequeña pero profundísima colección de detalles de gente que admiro con referencias generosas, que por razones obvias, no son mencionadas en mi currículum vitae.

Son los títulos más importantes que poseo.
Hace unos días, Julio Parissi, amigo y colega que admiro, tuvo este detalle.
Debería destinar un lugar en mi casa para el rincón donde uno debe tener presente su fortuna personal no declarada en ganancias.


Apuntes

Se rasca la barba perturbado
y en esta confusión parece un niño
que no puede dormir sin su juguete
que no puede jugar con el destino.

Desde tiempo inmemorial revuelve los papeles,
intuye que un error provoca el descalabro,
una centésima aquí, alguna coma equivocada,
resulta una cifra astronómica en el Cosmos.

No lo dejan dormir las mil tragedias,
las guerras fraticidas, las infamias,
las muertes inocentes, los traidores,
el hambre, los enigmas, las mordazas.

Se pierde  entre apuntes y notas con detalle,
Lo desconsuela el tiempo y la nostalgia,
Lo distrade de  la  vida y los llamados suplicantes
ese error terrible que no encuentra.

No llora.
No reza.
No implora.
No tiene a quien consultar ni recurrir.

Dios siempre está solo

116


Frente a la Ex ESMA, Escuela de Mecánica de la Armada, centro de detención, tortura y exterminio que utilizó la dictadura militar argentina entre 1976 y 1981, está el Colegio Raggio, un centro de educación técnico que volvió a poblarse de alumnos a partir de un plan de volver a la formación de oficios.

Sus alumnos colocaron una placa que recuerda a los estudiantes secuestrados por los militares y que siguen en la condición de Desaparecidos, ése término infame que utilizó Jorge Rafael Videla en aquella conferencia de prensa (link a las declaraciones) donde nos dio su visión cristiana, como creyente, hombre de fe.

Es cierto que hay cierto parentesco entre los militares y el cristianismo. Los militares utilizaron métodos muy parecidos al de los romanos contra el propio Cristo en aquellos años. Las diferencias radican en que los detenidos por la dictadura no fueron crucificados en forma pública como en aquel entonces eran crucificados los ladrones y los rebeldes. Tampoco aquellos romanos, les quitaban a las detenidas parturientas sus hijos, para entregárselos a camaradas de armas y adherentes a su casta militar, imposibilitados éstos de procrear. No había botines de guerra. Como buenos cristianos, los argentinos, alentados por la iglesia católica, querían formar una familia, que ya lo dicen en misa: Creced y multiplicaos.

Si existe la Justicia Divina, si Videla y sus secuaces arden en el Infierno, es imposible que entre las llamas puedan leer los diarios.

Apareció el nieto 116. Nació en la Ex ESMA, donde estaban secuestrados sus padres, a pocos metros del Colegio Raggio.