Sueltos

Y dijiste que yo dije 
y yo dije que dijiste 
y fue algo que pensamos sin decirnos, 
la excusa por decir lo que no existe
Y dijiste que yo dije


 “Hay gente que vive presa de la amargura de
sus propias frustraciones y su peor carcelero es la felicidad siempre ajena”

 Hoy tuve pesadillas.
Soñé que no soñaba
Y que no eran míos
Ninguno de estos versos,
Que estaba en el cadalso
Esperando al verdugo
y que el cura murmuraba un padrenuestro,
que pedía un perdón que yo no merecía.

Coros

Nuestra amiga Marcela nos invitó a ver una actuación del Coro del Quilmes Atlético Club junto a Coral Manantial y el Coro Ecuhnhi en el Espacio Cultural Nuestros hijos, lugar acondicionado y administrado por Madres de Plaza de Mayo en lo que fue la tétrica Escuela de Mecánica de la Armada.
Entrar al predio, caminar por la calle que da al centro cultural es desgarrador.
La historia está viva en ese lugar, rara paradoja para un centro de tortura, muerte y desaparición de personas.
El coro anfitrión cerró su recital como lo hacía desde un principio de su formación, cantando "Como la Cigarra" de María Elena Walsh. 
Cuando el grupo llega a Tantas veces me borraron, tantas desaparecí, el ambiente toma la dimensión que no podrá disimular nunca ninguna reforma edilicia.
Todos sabemos lo que allí sucedió, todos sabemos su historia.

Justicia social


Bajo su trágico y sangriento mandato como gobernador, el general Bussi, decidió, con una medida sencilla y eficaz, terminar con la indigencia en Tucumán.
Durante la noche, los camiones del ejército patrullaban las ciudades más importantes y cargaban a todos los mendigos que encontraban durmiendo o vagando por las calles. Luego de subirlos a sus acoplados, los llevaban y dejaban en Santiago del Estero. Con este método no se veían pobres en las calles de San Miguel ni en ninguna ciudad importante. No hay mejor pobreza que la que no se ve.
En Vicente López, debajo de un puente de la General Paz, viven algunos cartoneros. Duermen en una caja de madera y a la mañana calientan el agua para el mate en una fogata que hacen cerca de sus carros y elementos de trabajo.
Una mujer muy bien vestida los increpó a los gritos hace unos días. “¿No les da vergüenza? ¿A ustedes les parece justo que con los impuestos que yo pago tenga que levantarme a la mañana y ver esto?” Terrible despertar para esta señora tener que ver en el coqueto barrio de Vicente López este panorama tan decadente.
Hay que esconderlos a todos, como hacía Bussi, utilizando como alfombra la provincia vecina. Los podríamos enviar a algún país limítrofe: Uruguay, Paraguay, Chile, Brasil, Bolivia…
Porque muchos tienen una solución Bussi frente a estos problemas. Una forma de Justicia Social, una filosofía agnóstica: ver para creer. Lo que no se ve, no existe. Y de esta manera le damos solución a un problema que hasta hoy no la tiene.

Lo que se viene en el canal de Alfredo!!!!

Siempre innovador!!!
Quiere ser el Zar de la televisión