Con el sudor de tu frente



-Un poco de voluntad es lo que te hace falta, es tu oficio, tienes que dedicarte con más esmero.
-Es que ya no me gusta, padre.
-Toda la vida hemos hecho este trabajo
-No me gusta cómo nos mira la gente, no soporto lo que dicen mis amigos
-Deberías elegir mejor a tus compañeros. Nada bueno se espera de quienes en lugar de animar al amigo lo denigran.
-Es que siento que no son solo mis amigos, es todo el pueblo el que nos señala.
-Tadeo, sabes que no podría hacerlo solo y cada día llegan nuevos encargos.
-Pero antes trabajábamos para la gente
-La gente tiene menos dinero para comer y no somos nosotros los que hacemos las leyes. Refuerza ese listón con el clavo.
-Padre, deseo hacer otra cosa. Tiene mayor dignidad el dinero que gana una prostituta.
-Avergonzarías a tu madre si te escuchara decir esa ofensa. Fija esa base.
-Discúlpame, pero quiero que otro haga este trabajo
-Tadeo, son catorce y llevamos once. Solo nos restan tres. Una de las tres la cargará el nazareno. Ése que se hace llamar Rey de los judíos.

Don Osvaldo


Tu certera pluma francotiradora estuvo siempre ubicada en la misma trinchera.
Todo lo que pueda escribir sobre vos resulta insuficiente. Años de exilio confirman la eficacia de tu puntería en cada disparo contra la historia que contaban los amigos de los poderosos.
Hoy la  noticia me hizo llorar cuando caí en la cuenta que se marchaba el más joven de  nuestros rebeldes.
Tu imagen, como la de Rodolfo Walsh hinchan el pecho de imperecedera admiración. En tiempos donde el compromiso y la coherencia son atributos en desuso vos resignificabas cada hecho con tus lúcidos artículos en Página 12.
Nos quedan tus libros y tus magníficas frases. Gracias Maestro.

“En democracia, la autocrítica no significa dar un paso atrás sino uno adelante”

"Siempre me gustó investigar la suerte o la verdad sobre los más malditos de la sociedad", pasaje de una entrevista publicada en la Revista Ñ donde se refería a su trabajo sobre el anarquista Severino Di Giovanni.

"Sostengo, como eslogan, que mientras haya miseria no hay democracia”

"Las prostitutas de San Julián fueron las únicas que reaccionaron contra los soldados fusiladores de los peones rurales de la huelga del '21; cuando los soldados fueron a los prostíbulos, ellas los echaron al grito de 'no nos acostamos con asesinos' Fue muy lindo ese acto"

"Estudié Historia en la Universidad de Hamburgo y vi que la realidad tiene mucha más fantasía que la literatura. Es increíble. Entonces me dediqué a estudiar historia, los hechos, en un idioma que entendieran todo".

"El intelectual tiene que tener todas las libertades para escribir lo que se le da la gana, no se le puede poner norma ni prohibición. Eso sí, tiene la obligación moral de salir a la calle cuando ve injusticias en la sociedad, no quedarse en la torre de marfil. Por eso mi admiración por Rodolfo Walsh y por Haroldo Conti, que tomaron una posición en momentos tan difíciles para el país"

“Me pregunto que está pasando en la Argentina, que de perseguido por la Triple A, ahora me publican libros”

"Siempre que hablamos de (Julio) Cortázar tengo el mejor de los recuerdos, como amigo y como escritor. Lo único que le dije una vez: vos no tendrías que haberte ido de la Argentina, porque creo que algo perdieron sus libros al irse a París"

“No es necesario agregar nada a la verdad histórica, porque ésta tiene más fantasías que la propia fantasía”

“Hay que esclarecer nuestro pasado para que nunca se repita.”

“Hay rebeldes cuya rebeldía sólo les alcanza para dejarse el pelo largo y dejar boquiabierta a su chica, y hay otros cuya rebeldía los impulsa a lanzarse a una lucha tremenda, marginados por la sociedad, habitantes de un submundo de violencia, dureza y sangre”

“Están aquellos que pasan sus vidas marcando el paso y vistiendo uniformes y están los otros que no aceptan imposiciones si no están basadas en la lógica, que no es siempre compatible con la  naturaleza humana”

“Quemar libros es como abusar de los niños: es una cobardía, porque no se pueden defender”

"Durante el exilio, me la pasé redactando artículos y hemos tenido publicaciones... me decían que ni siquiera en exilio alemán anti-nazi ha tenido tantas publicaciones como los argentinos en el exilio". 

"Estoy tranquilo con el juicio que hará la historia futura acerca de mi investigación que me costó la quema pública de mis libros por la dictadura militar, la prohibición del filme La Patagonia rebelde(1974), dirigido por Héctor Olivera, además de ocho años de exilio y las consecuencias que ello trajo para mi familia y para mí"

El aplauso



Escuché el aplauso, preciso como siempre a pocos segundos del punto final del último parlamento. Fue un aplauso cálido, prolongado, afectuoso... Los actores que tenemos muchos años de oficio sabemos interpretar cual es el mensaje del público, cuando nos aprueba con cariño y cuando nos reprueba con desdén. Allí estaban mis colegas, los críticos, mi familia, de pie y emocionados. Nos pasamos la vida ensayando y pocas veces recibimos el halago que corresponda a tanto esfuerzo.

En los últimos años interpreté papeles menores. Reconocían mi arte pero me  metían en la piel de algún anciano, un médico que da una mala noticia, papeles breves, de pocas líneas. Por suerte conté siempre con mi familia, preocupada porque me deprimiera comprobando que ya no me convocaban para los  clásicos como en los años de gloria, que ya no me reconocieran en la calle, que tomara el callejón del olvido.

Se van a apagar las luces y quedaremos a solas con los colegas del elenco. Me están esperando para la vieja y maravillosa liturgia de ir a comer, repasar algunos detalles de las escenas; sobre todo los risueños, algún error, un olvido. Tienen una edad cercana a la mía y los lugares donde íbamos a comer años atrás ya no existen.

Se baja el telón y no hay saludo ni gratitud por haber venido y por las flores. El panteón de actores se parece a los teatros vacíos.