Hace un par de días recordaba con mi hermana aquella navidad en que llevé como regalo a mi viejo (la fecha coincidía también con su cumpleaños) las pruebas de galera de mi libro.
Y en la primer página decía: "A mi viejo, por la herencia". Porque una de las principales cosas que heredé de mi viejo es el humor.
Mi viejo, que quizás esperaba para mí otro futuro, pudo venir al teatro y ver cuánto disfruto haciendo lo que hago.