Porque decían que era un equipo partido, un plantel
dividido por peleas internas.
Que a su técnico le faltaba autoridad y dejaba que un
jugador le faltara el respeto tirándole agua en la cara cuando le estaba dando
una indicación táctica antes de entrar al campo.
Porque no estaba Tévez.
Porque Messi decía como tenía que ser el dibujo táctico.
Porque nos íbamos a volver en primera ronda.
Porque cuestionaron las decisiones de Sabella
convocando a Romero, Rojo, Biglia, Enzo
Pérez.
Porque era esta selección el fiel reflejo de lo que es
el país. Cada uno tirando para su lado, con un juego con sabor a nada.
Todos esos pronósticos agoreros, todas las infamias se
cayeron hace rato, pero nadie se disculpa.
Estar entre los cuatro mejores del mundo ya era un
logro. Pero estos leones fueron por más.
Porque se van a olvidar que estos gladiadores jugaron
120 minutos hoy, fueron a penales, tuvieron un día de descanso menos que los
alemanes, y éstos, a los 30 minutos del primer tiempo tenían el partido
cocinado contra Brasil.
Entonces puede ser que aparezcan de nuevo sus malditas
teorías.
Les duele un poco ver tanta gente festejando por tan poca cosa.