Hoy me
tomo un whisky a tu salud.
Por
tus treinta y siete años de búsqueda inclaudicable,
por
todas tus rondas a la plaza, por cada jueves,
porque
entre decir y hacer hay un abismo,
por tu
sonrisa,
por
Laura,
por tu
nieto,
por
los otros que todavía faltan,
porque
la esperanza también es una bandera,
por tu
reencuentro y por el nuestro.