Cortejo
La marcha silenciosa en el pasillo,
el nombre con el que nos conocían,
el frío como un filo de navaja,
el llanto contenido en el cortejo.
Las flores que esperaban su domingo,
algún sermón y el tiempo detenido
en cientos de recuerdos que se
impregnan
con el rocío del agua bendita.
El rito repetido tantas veces,
alguna impostación, algún murmullo,
las fotos, los abrigos, los
recuerdos,
el cielo, lo que queda, las cenizas.
Un guía nos conduce en su rutina
sabiendo del dolor y de su suerte,
la puerta numerada destinada
donde archivar la historia para
siempre.