Colocó los dedos índice y mayor a la altura de la yugular y exclamó lacónicamente: "Está muerto". A escasos metros de la cabeza recién examinada se hallaba el cuerpo, cuya posición recordaba al signo de interrogación, rara paradoja que simboliza el misterio de todo crimen.
Con la ayuda de sus asistentes contabilizó sesenta y seis impactos de bala entre las paredes y el zócalo del pasillo y a simple vista, mas de la mitad de ese número dieron entre el pecho y las rodillas. Volvió a hablar "la cara no expresa sorpresa ni temor, mas bien algo así como... y bueh"
En la escalera a dos escalones del pasillo encontraron el pie derecho de la víctima, calzado aún. "Trató de huir por acá"
Miró a los practicantes que tomaban nota de los detalles. "No quiero leer en sus apuntes ninguna hipótesis de suicidio. Están frente a un crimen pasional. Lo dicta mi experiencia"
- Disculpe, profesor -dijo uno de los practicantes. ¿No podría ser un ajuste de cuentas observando la saña en la escena?
- Gómez, trate de no mezclar la matemática con las pastas porque se va perder... Simplemente observen y perciban las señales. Las víctimas hablan, aprovechen a ésta que es muy comunicativa. Observen. Observen la mano derecha señalando a la escalera. No está deteniendo un taxi, está diciendo yo se quien pagó para que hagan esto, los está acusando. En la mano izquierda no hay anillo de bodas y si registramos estos departamentos, lo encontraremos. Se lo quitó para tener una aventura que no le trajo buena ventura.
- ¿Cómo sabe que era casado?
- Por los surcos pronunciados en la frente, la caída de los hombros por el peso de la responsabilidad, la corbata elegida por una mujer y la libreta de casamiento que tiene en el bolsillo del saco.
Tomó de uno de los bolsillos del occiso un paquete de cigarrillos y lo encendió. "Fumaba poco, están húmedos"
"Los casquillos de las balas son distintos, las armas también. Piensen: ¿en qué se parecen sus asesinos?"
- En que todos lo conocían -balbuceó alguien del grupo.
- Bien, Fernández, por algo usted es el mas brillante.
- Profesor, ¿por dónde empezamos para resolver esto?
- El avance tecnológico debe formar parte de nuestras herramientas. Empiecen por el Facebook. Saquen una buena foto de la escena, colóquenla en el perfil del occiso y etiquétenla para que la vean todos sus contactos. Observen las reacciones en las respuestas. Entre ellas, están las palabras del asesino.