Dejé
mi bicicleta en el furgón del tren y me senté en el vagón siguiente detrás de
dos asientos enfrentados donde viajaban una nena de unos cinco años, su padre y
una mujer.
-La
televisión es una porquería y vos ves mucha televisión en la casa de tu mamá
que no te controla –le dijo el papá a la nena. En casa yo no la dejo ver tanta
tele…
-Podríamos
llamar a tu mamá y decirle que no querés venir a domir a mi casa, que estás yendo
para allá y le jodemos los planes… Dale, que te parece? –insistió el hombre que
no festejaba el día del niño.
La
mujer, su novia, los observaba sonriendo.
La
nena intentaba insistir con un juego y el padre perdía la paciencia.
-Desde
que se levantó está así, no para. ¿A qué hora te da sueño a vos? –le preguntó a
la niña mirando a la mujer sentada enfrente de ellos.
-Cuando
te ponés caprichosa, insoportable, me hacés acordar a tu madre…
Las
maestras suelen citar a los padres para decirles: “tiene dificultades de
concentración en las tareas, no se integra, no sabe compartir con sus
compañeritos, se distrae”. Y los padres se preguntan porqué.