Mi nueva amiga: Clarice

Me la presentó un amigo, Juan, que un día tomó la responsabilidad de recordar por nosotros aquellas cosas que justifican la existencia de la humanidad en este planeta.

Mi hija me dijo que la había tratado y me impulsó a un encuentro en “La hora de la estrella”

Me costó encontrar su voz. Hablaba como uno de sus personajes hallado como un tesoro en una feria de Río de Janeiro. Luego cada encuentro con Clarice fue mágico y ansiaba la llegada de ese momento nocturno donde estábamos solos en mi cuarto.

Ahora volví a buscarla con las crónicas que los sábados publicó durante seis años en el Jornal do Brasil.