La primera muerte




Con el corazón batiendo en el pecho, se metió en la maleza buscándolo. Entre los pastizales lo encontró. Aún se estremecía en estertores, haciendo un colosal esfuerzo por aferrarse a la vida, con sus grandes  ojos mirando el cielo tan lejano. Se quedó  observándolo morir lentamente mientras la angustia le cerraba la garganta. Lo levantó del suelo delicadamente, como si ese gesto tuviese algún valor. Fue su primera muerte. Cavó una pequeña fosa y llorando lo enterró. Al lado del pájaro colocó su gomera.